
La Importancia del Monitoreo de Aves Urbanas en Tuxtla Gutiérrez
Leonor Hernández
El monitoreo de aves urbanas se ha consolidado como una herramienta esencial para la conservación de la biodiversidad en la capital chiapaneca. Daniel Pineda Vera, integrante del Colectivo Heliomaster, ha dedicado ocho años a este esfuerzo, iniciando en el Parque Joyyo Mayu y extendiéndose a lo largo del cauce del río Sabinal.
Según la información recabada, en el Parque Joyyo Mayu se han identificado 140 especies de aves, lo que representa el 13 por ciento del total de aves conocidas en México y el 22 por ciento de las aves desconocidas para el estado de Chiapas, en el área urbana de Tuxtla Gutiérrez, se estima la presencia de alrededor de 190 especies de aves, de las cuales aproximadamente 70 son migratorias que viajan anualmente entre Estados Unidos y Canadá.
Pineda Vera destaca que la recopilación de estos datos es fundamental para la toma de decisiones informadas en temas de infraestructura urbana. «En Tuxtla Gutiérrez, la idea es que esta información que se va generando es para tomar decisiones más acertadas en temas de infraestructura en la ciudad», afirmó.
Además del Parque Joyyo Mayu, el Parque Central de Tuxtla Gutiérrez se presenta como un excelente sitio para la observación de aves. A pesar del alto grado de urbanización, es posible avistar especies como colibríes, chitas, cotorras de cueva y halcones peregrinos.
El Programa de Aves Urbanas (PAU) de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) ha sido instrumental en la promoción de la observación de aves en ambientes urbanos, fomentando la participación ciudadana en actividades de monitoreo y contribuyendo al conocimiento y manejo de los sistemas urbanos mexicanos.
La colaboración entre colectivos como Heliomaster, instituciones académicas y la comunidad en general es crucial para la conservación de la avifauna urbana. Iniciativas como recorridos guiados y talleres de observación de aves permiten a los ciudadanos conocer la riqueza de especies residentes y migratorias que habitan y visitan los pulmones verdes de la ciudad.
El monitoreo de aves urbanas no solo enriquece el conocimiento sobre la biodiversidad local, sino que también promueve la conciencia ambiental y la participación ciudadana en la conservación de los ecosistemas urbanos.